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Pienso que un problema que tenemos en el sistema educativo es que no se entienden algunos conceptos y principios básicos, ni por los maestros ni por los alumnos. Esto es un problema enorme porque todo tipo de esfuerzo y sistema educativo que se diseña nace a partir de lo que piensa.
Empezando por el hecho de que no se sabe ni se enseña claramente lo que es el conocimiento, pero tampoco se tiene claro lo que es una verdadera educación, lo que significa estudiar y tampoco se sabe ni se enseña para qué es la educación. Creo que nadie lo dijo mejor que Ivan Illich:
“La escuela es la agencia de publicidad que te hace creer que necesitas la sociedad tal como es".
En su libro “La sociedad desescolarizada” (1971), Illich sostenía que la educación institucionalizada fomenta las desigualdades sociales y ahoga el verdadero aprendizaje, este filosofo de la educación aboga por enfoques más descentralizados e individualizados.
Ahora este problema no es del siglo XX, época donde vivió Illich, y tenemos extensiva evidencia para comprobar esto. Esta realidad educativa la vemos en diversos siglos con diversos pensadores. Entonces, si es tan antiguo, parece ser que nadie lo ha logrado resolver o tal vez significa que a pocos les interesa resolverlo, o, por lo menos, a pocos humanos poderosos les interesa resolverlo. Sino tal vez este problema ya hubiera quedado resuelto. Tal vez algunos humanos poderosos no quieren que lo resolvamos, no se.
Lo que se me hace poco controversial decir es que este problema de la educación existe desde las civilizaciones antiguas. En Atenas, hacen 2500 años Sócrates decía:
“No puedo enseñar nada a nadie. Sólo puedo hacerles pensar”.
Claro que esta cita es apócrifa (autenticidad confusa), porque no aparece en ninguno de los diálogos de Platón ni en los textos de Jenofonte, nuestras principales fuentes sobre Sócrates. Esta es una paráfrasis moderna que resume su método socrático, pero no es una cita literal de Sócrates. Sócrates se dedicaba a fomentar el pensamiento crítico por encima de la memorización, desafiando los métodos educativos imperantes en su época. ¿Cómo evaluamos a nuestros jóvenes hoy en día? Con exámenes que normalmente no invitan al pensamiento crítico, más bien premian la obediencia y la memorización. Entonces, 2500 años después, seguimos con ese problema, ¿por qué?
Marco Aurelio, que vivió hace 2,000 años, emperador romano y filosofo estoico en su libro Meditaciones (Libro 1, sección 4), reflexiona sobre su educación:
"De mi bisabuelo Verus aprendí a evitar las escuelas públicas, a disfrutar de buenos maestros en casa y a reconocer que en tales cosas un hombre debe gastar liberalmente".
Esta frase refleja su agradecimiento y clara preferencia de la educación privada romana frente a las escuelas de la época. Marco Aurelio estaba agradecido por haber crecido con buenos tutores, morales y competentes, como cualquier ser humano lo estaría, independientemente de su clase social. Claramente no prefería haber sido enviado a los abarrotados foros públicos de la época, donde la sofistería y el espectáculo solían primar sobre el carácter y la virtud. De nuevo, evidencia de que los sistemas públicos no hacen un buen trabajo.
Sigamos con Boecio, que vivió hace 1500 años. Él atravesó el colapso del Imperio Romano del Occidente y fue testigo del declive del entendimiento clásico y de la erosión de las instituciones educativas Romanas. Su empeño en traducir y preservar el pensamiento filosófico griego al latín puede interpretarse como una crítica implícita, es decir, una critica con su propia vida y mano, a esta decadencia cultural. Su trabajo fue dedicado a salvaguardar la tradición intelectual que se desarrolla frente al deterioro de la verdadera educación en su época.
En el siglo XV, 600 años atrás, Desiderius Erasmus, teólogo y filosofo holandés, pensaba que:
“Aunque el conocimiento de las reglas de gramática es más necesario para todos los estudiantes, deben ser tan pocas, tan sencillas y tan cuidadosamente formuladas como sea posible. No tengo paciencia con la estupidez del profesor promedio de gramática, que pierde tiempo precioso martillando reglas en la cabeza de los niños. Porque no es aprendiendo reglas como adquirimos la capacidad de hablar un idioma, sino mediante el trato diario con quienes están acostumbrados a expresarse con exactitud, y mediante la lectura abundante de los mejores autores.”
Se siente la frustración de Erasmus al decir que esta harto de que solo se enfoque la educación en memorizar reglas y aplicarlas, se ve que el sabia que el ser humano aprende con otros humanos, por observación e imitación, por lectura profunda, por dialogo, todo eso es algo que no se fortalece abiertamente en la cultura educativa contemporánea.
John Locke, del siglo XVII, en su libro “Algunas reflexiones sobre la educación” escribe:
"Los padres se preguntan por qué los arroyos son amargos, cuando ellos mismos han envenenado la fuente".
Su idea general se basa en que la educación debe adaptarse a cada niño, criticaba ácidamente los enfoques generales “un tamaño para todos” y destacaba el papel de los padres en el desarrollo moral e intelectual. Pero esto nos lleva a preguntar, ¿quién educa a nuestros padres?, ¿es su culpa que pasaron por el sistema que pasaron?, ¿es tu culpa el sistema que tienes? Este es otro aspecto de la educación, llamémosle el problema generacional, es decir, como la educación viene de otras generaciones de educación, este problema tenemos la tendencia de pensar “así es y siempre será”, “así nos tocó”, “así tiene que ser” etc. Pienso que esto nos lleva tal vez al peligroso conformismo y derrotismo.
Bien, dejémoslo aquí por ahora. En la próxima publicación voy a continuar. Creo que tenemos mucha más evidencia que investigar, pero pienso que para entender el problema a nivel teórico y en su raíz debemos estudiar un campo filosófico llamado “epistemología” que viene de dos palabras en griego antiguo “episteme” que significa conocimiento o entendimiento y “logos que significa, entre otras cosas “búsqueda de explicación racional”. La epistemología estudia ¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es el entendimiento? ¿Qué es la verdad y como aprendemos? Como algunos tal vez ya saben estoy escribiendo un nuevo curso de epistemología, otro de mis cursos de 10 semanas. Este cuarto curso de epistemología estará disponible este año y en la próxima publicación les voy a hablar un poco mas sobre esto, así como leer un poco la introducción que les estoy preparando para este curso.
Muchísimas gracias.
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Por mi propia mano,
Mateus Bolson Ruzzarin
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