Hola.
Esta es una nueva edición de nuestro newsletter semanal en el que compartimos los documentos de La Kantina. En esta ocasión un tema profundo.
1. Introducción
En este documento se presentan algunos fragmentos del sexto capítulo: Inability and Responsibility for Inaction del libro Omissions: Agency, Metaphysics, and Responsibility de Randolph Clarke.
Muchos filósofos piensan que la capacidad de hacer otra cosa, de un tipo conocido, no es necesaria para la responsabilidad básica por las acciones. Si están en lo cierto, y si la capacidad (del mismo tipo) para A es necesaria para la responsabilidad básica por no hacer A, entonces hay una asimetría importante entre la responsabilidad por la acción y la responsabilidad por la inacción. Y varios autores han sostenido que, de hecho, la hay. La cuestión principal de este capítulo es si esta afirmación -la tesis de la asimetría- es correcta.
2. Los casos de Frankfut
Hay diferentes consideraciones que han llevado a los autores a negar que la responsabilidad por una acción requiera que uno haya podido hacer otra cosa, pero hoy en día la opinión se sostiene más comúnmente como resultado de la reflexión sobre ejemplos derivados de Harry Frankfurt (1969). Frankfurt sostenía que puede haber circunstancias que impidan a un agente hacer otra cosa que no sea realizar una determinada acción, pero que no contribuyen en modo alguno a que el agente realice esa acción. Un agente que actúa en tales circunstancias, sostenía, puede ser responsable de lo que hace, aunque no hubiera podido hacerlo de otro modo. Por tanto, la capacidad de actuar de otro modo no es una condición necesaria para la responsabilidad por las acciones. Si el argumento de Frankfurt es sólido, es aplicable a la responsabilidad básica: un agente puede ser directamente responsable de realizar una determinada acción en alguna ocasión, aunque no pudiera haberlo hecho de otro modo.
He aquí un caso del tipo que Frankfurt tenía en mente.
Héroe: Matthew pasea por la playa cuando ve a un niño luchando en el agua. Cree que se ahogará si no lo salva. Matthew decide salvar al niño y lo hace. Sin saberlo, si hubiera pensado seriamente en no salvar al niño, alguien que vigilaba sus pensamientos habría intervenido y le habría hecho decidirse a llevar a cabo el rescate y hacerlo. No hubo intervención; no fue necesaria. Matthew decidió y actuó por su cuenta.
Matthew no podría haber evitado salvar al niño; de hecho, no podría haber evitado decidir salvar al niño. Sin embargo, por todo lo que se ha dicho, parece que bien podría ser responsable -y directamente responsable- (al menos en parte) de salvar al niño. (En todo caso, parece que Matthew podría ser directamente responsable de decidir salvar al niño). Un agente, al parecer, puede ser directamente responsable moralmente de hacer A en alguna ocasión, aunque el agente no pudiera haber hecho otra cosa que A entonces.
Se han hecho varias observaciones interesantes sobre estos casos. Se ha observado, por ejemplo, que hay algo que el agente no hizo pero podría haber hecho. En Hero, Matthew no pensó seriamente en no salvar al niño, pero aparentemente podría haberlo hecho. Del mismo modo, podría decirse que Matthew podría haber evitado actuar por su cuenta; podría no haber actuado así, en cuyo caso se habría visto obligado a salvar al niño. Y se ha observado que, en tal caso, el agente puede poseer una capacidad general para actuar de otro modo que, de hecho, no se elimina y que, de hecho, no se le impide ejercer, aunque esa capacidad se hubiera eliminado o bloqueado si el agente hubiera mostrado algún signo de que podría ejercerla. Matthew, por ejemplo, podría conservar una capacidad general para permanecer de pie donde está, una capacidad que de hecho no está destruida y que de hecho no se le impide ejercer, incluso si una u otra de estas cosas hubiera sucedido, si hubiera pensado seriamente en quedarse quieto.
Aunque todos estos puntos son correctos, parece haber algo significativo que los casos de Frankfurt (como se les llama) ilustran. Sea 'hacer-A' una expresión de acción ordinaria, algo así como 'rescatar al niño' en lugar de la menos ordinaria 'rescatar al niño por uno mismo'. Y consideremos el tipo de capacidad que incluye no sólo una capacidad general para hacer algo de algún tipo, sino todo lo que sería necesario para que fuera cierto que, en el sentido integral de Austin, uno puede hacer la cosa en cuestión en alguna ocasión particular. En los casos de Frankfurt, hay alguna acción de hacer-A que el agente realiza, y el agente no es totalmente capaz de no hacer A. Sin embargo, este hecho no parece excluir que el agente sea directamente responsable de hacer-A.
Se pueden hacer más movimientos para resistirse a esta conclusión. Y no cabe duda de que la cuestión seguirá siendo objeto de controversia. Sin embargo, podemos afirmar que hay razones de peso para rechazar un tipo familiar de capacidad de hacer otra cosa como requisito para la responsabilidad básica de la acción. Y tal vez no exista tal requisito. ¿Qué ocurre entonces con la responsabilidad básica por no realizar una acción de cierto tipo? ¿Existen argumentos igualmente sólidos para rechazar el requisito de la capacidad de actuar de ese modo?
3. Casos de inacción de Frankfurt
He aquí un caso -uno de los que examinamos en el capítulo anterior- que podría parecer que apoya la tesis de la asimetría.
Tiburones: John está paseando por la playa cuando ve a un niño luchando en el agua. Cree que el niño se ahogará si no lo salva, pero John decide no molestarse. Observa cómo el niño se ahoga. Sin que John lo sepa, varios tiburones patrullan el agua entre la orilla y el niño. Se lo habrían comido si se hubiera lanzado al agua y nadado hacia el niño.
John bien podría ser culpable por decidir no intentar el rescate. Y podría ser responsable por no intentarlo. Pero por mucho que lo intentara, no habría podido salvar al niño. Por lo tanto, parece que no es responsable por no haberlo hecho. Podríamos considerar que la incapacidad de John explica la falta de responsabilidad.
Pero varios autores piensan que casos de otro tipo demuestran que, de hecho, la capacidad de hacer lo que uno no hace no es necesaria para la responsabilidad por no hacer esa cosa. (Lo que explica la falta de responsabilidad de John por no salvar al niño en Tiburones tendría que ser entonces algo más específico que, o algo distinto de, el hecho de que no es capaz de hacerlo). He aquí un caso de este segundo tipo.
Pereza: John está paseando por la playa cuando ve a un niño luchando en el agua. Cree que el niño se ahogará si no lo salva, pero John decide no molestarse. Observa cómo el niño se ahoga. John no se da cuenta de que, si hubiera pensado seriamente en salvar al niño, alguien que vigilara sus pensamientos habría intervenido y le habría hecho desistir. (Nada habría interferido en que John llevara a cabo cualquier decisión que hubiera tomado). No hubo intervención; no fue necesaria. John tomó su decisión por sí mismo y no rescató al niño.
Para algunos que consideran el asunto, parece que en este caso John podría ser responsable no sólo por decidir no ayudar, y no sólo por no intentarlo, sino también por no salvar al niño. Y, sin embargo, John no podría haber salvado al niño, como tampoco, en Héroe, Matthew podría haber evitado salvar al niño. Tal vez, entonces, la capacidad de hacer lo que uno no hace no es necesaria para la responsabilidad básica por no hacer una cosa determinada. (Si es así, convendría explicar por qué casos como Tiburón y Pereza difieren con respecto a la responsabilidad de John).
Mucha gente no responde así ante la Pereza; en general, muchos no creen que existan casos de éxito de Frankfurt en los que alguien sea directamente responsable de no haber hecho cierta cosa, aunque no hubiera podido hacerla. Tenemos, pues, un desacuerdo en los juicios sobre casos como el de Pereza. En la siguiente sección, examinaré un argumento a favor de la opinión de que los agentes carecen de responsabilidad por no hacer la cosa en cuestión en tales casos.
Aquí consideraré una respuesta diferente. Podría decirse, en primer lugar, que en lo que respecta a la responsabilidad de John, no hay diferencia entre los tiburones y la pereza. Puesto que en ambos casos John no puede salvar al niño, los casos deberían juzgarse de la misma manera. O bien John es responsable en ambos casos por no salvar al niño, o bien no es responsable en ninguno de los casos por no hacerlo. Podría añadirse que no importa qué veredicto elijamos aquí; lo que importa es que no se justifique ninguna diferencia en los veredictos.
La afirmación añadida sería errónea. Consideremos una tercera versión de la historia de John, a la que llamaré All Clear, en la que nadie vigila los pensamientos de John y no hay tiburones en el agua; nada impidió o habría impedido a John decidir salvar o no salvar al niño. Ciertamente, John podría ser responsable, en este caso, de no salvar al niño. ¿Por qué podríamos pensar que no importa si juzgamos que, en Tiburones y Pereza, John es igualmente responsable por no hacerlo?
Podríamos observar que en los tres casos John es culpable, y podríamos pensar que el grado en que es culpable es el mismo. Se podría pensar que el grado de culpabilidad depende de la calidad de la voluntad, y la voluntad de John es igual de mala en los tres casos. John es culpable hasta cierto punto, sea o no responsable de no haber salvado al niño; no importa lo que digamos sobre esa cuestión.}
Pero la responsabilidad de uno no es sólo una cuestión del grado en que uno es loable o censurable. También está el alcance de la responsabilidad, que se refiere a las cosas de las que uno es responsable. Y el alcance de la responsabilidad puede afectar el aspecto de la responsabilidad relacionado con la responsabilidad; puede afectar a qué respuestas manifiestas están justificadas debido a lo que uno ha hecho o dejado de hacer. Lo vemos en el caso de la responsabilidad jurídica y también en nuestras evaluaciones cotidianas de la responsabilidad moral.
Supongamos que John no está paseando por la playa. Es el socorrista de guardia en ese tramo de costa. Tiene la obligación legal y moral de rescatar a los bañistas en apuros. En esta ocasión, aunque se fijó en el niño y vio la necesidad de su ayuda, no se molestó. John podría ser responsable de la muerte del niño.
En All Clear, dado lo que se dice sobre el caso, parece ciertamente que John es responsable de este desenlace. Salvo algún factor eximente no mencionado, John podría ser objeto de sanciones civiles y quizá penales en relación con la muerte. Asimismo, sería moralmente culpable de este resultado. En este caso, normalmente consideraríamos moralmente aceptables ciertas respuestas a John que no consideraríamos aceptables en caso de que el niño hubiera sobrevivido. Como mínimo, alguien podría expresar justificadamente a John su culpa por la muerte del niño; tal expresión no sería justificada si el niño hubiera sobrevivido porque otra persona lo rescató.
En cambio, en Tiburones John no es responsable legal ni moralmente de la muerte del niño. Por mucho que hubiera intentado salvarlo, el niño habría muerto. Puede que John no lo sepa, pero nosotros sí y, dado lo que sabemos, podemos ver que John está libre de culpa por la muerte. En este caso, no es más responsable que en otro en el que (sin que John lo vea) hay un muro de cristal infranqueable e impenetrable a lo largo de la orilla.
Nótese en que bien podría importarle a John ser responsable de la muerte del niño. Supongamos que más tarde se da cuenta de lo mal que actuó y se siente culpable de su decisión. Compárese Tiburones y All Clear a la luz del cambio de opinión de John. En el segundo caso, John podría ser justificadamente más duro consigo mismo. En el primero, si John se entera de la presencia de los tiburones, podría sentirse aliviado al saber que la muerte del niño no se debe a él. Sería apropiado que sintiera ese alivio, aunque aún se sintiera muy culpable por haber decidido no ayudar.
Pero ahora, en Tiburones, si John es responsable de no salvar al niño, entonces es responsable de su muerte. Tal condicional no es cierto en todo tipo de casos. Si otra persona salva al niño, el niño no muere, y John podría ser responsable de no salvar al niño sin ser responsable de su muerte. Pero nadie salva al niño en Tiburones, y como en All Clear, si John es responsable de no llevar a cabo el rescate, entonces es responsable de ese resultado.
Y como no es responsable de lo segundo, tampoco lo es de lo primero. John no es responsable en Tiburones de no salvar al niño. Por lo tanto, importa si le juzgamos responsable de ello en ese caso: si lo hacemos, le juzgamos mal, y el juicio erróneo se refiere a algo que importa. Esto es así incluso si el grado de culpabilidad de John no depende de si es responsable de no salvar al niño.
¿Qué pasa con la primera de las afirmaciones, que ciertamente debemos juzgar a John igual en Tiburones y Pereza con respecto a su responsabilidad por no salvar al niño? Junto con el hecho de que debemos juzgarle no responsable de esa falta de acción en Tiburones, esta afirmación implica que debemos juzgar a John no responsable de eso en Pereza. ¿Hay algún argumento que apoye este veredicto sobre Pereza, aparte de la convicción de que, puesto que en ninguno de los dos casos Juan es capaz de salvar al niño, no hay ninguna diferencia moralmente relevante entre ambos?
4. Contra la responsabilidad
Uno podría tomar la incapacidad que es común a Tiburones y Pereza para fundamentar una presunción a favor de un veredicto común sobre la responsabilidad de John en los dos casos. Y uno podría tratar de apoyar esa presunción atacando lo que uno considera el principal argumento para un veredicto diferente en Pereza. Esta parece ser la estrategia de Carolina Sartorio (2005). Ella considera que la línea de pensamiento que conduce al juicio de que, en un caso como Pereza, el agente es responsable de no salvar al niño pasa por establecer primero que el agente es responsable de la muerte del niño. (Una premisa posterior establece que si el agente es responsable de la muerte, entonces es responsable de no salvar al niño). Pero Sartorio sostiene que el agente no es responsable de la muerte.
La muerte del niño en este caso es un resultado, algo distinto de una acción u omisión de Juan que se deriva de una o más de sus acciones u omisiones. Según Sartorio, la responsabilidad por ese resultado tendría que derivarse de la responsabilidad por otra cosa. La responsabilidad por algo que se deriva de la responsabilidad por otra cosa se transmite, como ella dice, de la segunda a la primera. Y propone el siguiente principio de transmisión en relación con la responsabilidad por los resultados:
(TR) La responsabilidad de un agente por x se transmite a un resultado y si x causa y [y se cumple algún requisito cognitivo].
Sartorio argumenta que en un caso como el de Pereza no hay nada de lo que John sea responsable que cause la muerte del niño. Juan es responsable de decidir no ayudar, pero esa decisión no causa la muerte. La muerte es causada, en cambio, por la decisión de John de no salvar al niño. Pero dado que Juan no podía haber decidido salvar al niño, la cuestión que se plantea -la de si existen casos de inacción de Frankfurt que hayan tenido éxito- se plantearía sin más afirmando que Juan es responsable por no haber tomado esa decisión. Y ella se inclina por la opinión de que no lo es.
Por supuesto, también sería absurdo afirmar que Juan no es responsable por no decidir salvar al niño. Se podría apelar a la similitud entre los tiburones y la pereza para apoyar ese juicio. Pero podría decirse que la similitud entre Héroe y Perezoso se opone a ella. Veamos si podemos encontrar una forma mejor de llegar a un veredicto.
Sartorio sí cree que un agente puede ser responsable de no hacer una determinada cosa a pesar de ser incapaz de hacerla. He aquí el caso que propone para ilustrar esta posibilidad.
Tiburones plantados: Ayer John liberó tiburones en el agua por negligencia. Hoy ve a un niño luchando en el agua. John no intenta salvar al niño porque sabe que cualquier intento sería inútil. El niño se ahoga.
El principio de transmisión TR permite que John sea responsable de la muerte del niño en este caso. Porque Juan es responsable de soltar tiburones en el agua, y esa acción anterior, afirma Sartorio, es causa de la muerte del niño. Entonces, dada la responsabilidad de John en la muerte del niño, es responsable de no salvarlo.
Obsérvese que Tiburones plantados no nos da un caso de responsabilidad básica por no hacer cierta cosa que uno no es capaz de hacer. Si John es responsable de no salvar al niño, su responsabilidad por no actuar se deriva de su responsabilidad por la acción previa de liberar a los tiburones. Si John no hubiera sido responsable de la liberación, no sería responsable de no salvar al niño en este caso, como tampoco lo es en el de los tiburones.
Consideremos una variante de Tiburones plantados en la que, cuando John ve hoy al niño, se ha olvidado por completo de los tiburones. Decide no molestarse en ayudar simplemente porque no le importan. Este caso se llama Tiburones plantados olvidados. En este caso, la acción anterior de John es causalmente irrelevante tanto para su decisión de hoy (como para su decisión de no actuar de otro modo hoy) como para la muerte del niño. Sin embargo, John puede ser responsable, en esta versión del caso, de la muerte del niño y de no salvarlo.
Que John soltara los tiburones ayer (en Tiburones plantados olvidados) y que yo no apagara las luces del coche son suficientes para ciertos resultados: para la muerte del niño y para que no se analizara el agua, respectivamente. Pero las condiciones pueden ser suficientes para algún resultado sin influir causalmente en él; es una posibilidad que vemos ilustrada en los casos de Frankfurt. Que John libere a los tiburones hace imposible, en algún aspecto relevante, que John salve al niño, y que yo no apague las luces hace igualmente imposible que se analice el agua. Pero se trata de condiciones suficientes no causales.
En Tiburones plantados y Tiburones plantados olvidados el agente respectivo es responsable de carecer de la capacidad para hacer la cosa en cuestión. Parece que un agente puede ser indirectamente responsable de no hacer cierta cosa, a pesar de ser incapaz de hacer esa cosa, si el agente es responsable, por vía de responsabilidad por alguna acción u omisión previa, de carecer de esa capacidad.
¿Qué ocurre entonces con TR? Si se quiere mantener el principio a la luz de los casos en los que la responsabilidad por un resultado se deriva de la responsabilidad por alguna omisión, hay que sostener que las ausencias pueden ser causas. (Por el bien del argumento, aceptemos que pueden serlo. Mantener TR exige admitir aún más tipos de causas.
Recordemos que, en Tiburones plantados olvidados, el hecho de que John libere a los tiburones no causa la muerte del niño. En opinión de Sartorio, un hecho disyuntivo -el hecho de que John libere a los tiburones o no intente rescatarlos- es la causa de ese resultado. El niño muere porque John no hace lo siguiente: no libera a los tiburones e intenta el rescate. El hecho de que John no haga esta combinación de cosas es equivalente al hecho disyuntivo que acabamos de indicar. Por lo tanto, este hecho disyuntivo causa la muerte. Y John es responsable de este hecho disyuntivo, ya que es responsable de cada uno de los disyuntos: del hecho de liberar a los tiburones y del hecho de no intentar el rescate. Mantener la TR a la luz de este ejemplo, por tanto, requiere admitir causas disyuntivas.
Dudo que algo disyuntivo sea causa de algo. A veces podemos mencionar hechos disyuntivos al dar una explicación, ¡aunque no se me ocurren fácilmente ejemplos naturales! Pero no debemos confundir explicación con causalidad. Y la opinión de que los hechos disyuntivos pueden ser causas no tiene a su favor una de las principales cosas que tiene la aceptación de la ausencia de causalidad, a saber, que la gente suele hacer tales afirmaciones.
Pero, de nuevo por el bien del argumento, supongamos que los hechos disyuntivos pueden ser causas. Consideremos una variante de Tiburones en la que los tiburones están en el agua porque Gwenda descuidó su deber y les permitió escapar de su corral. Sartorio considerará el hecho disyuntivo (HD) de que Gwenda no mantenga a los tiburones encerrados o John no intente rescatarlos como causa de la muerte del niño, ya que, en su opinión, el niño muere porque no ocurre lo siguiente: Gwenda mantiene acorralados a los tiburones y John intenta un rescate. Si John es responsable de HD, entonces el principio de transmisión permite que sea responsable de la muerte del niño. Pero no parece que sea responsable de esto último, como tampoco lo es en Sharks, ya que no tuvo nada que ver con que los tiburones estuvieran en el agua.
¿Es John responsable de HD? Nuestras asignaciones ordinarias de responsabilidad son de poca ayuda en este caso, ya que rara vez o nunca asignamos responsabilidad por hechos disyuntivos como tales. Se podría negar que lo sea, alegando que no podría haber evitado que se produjera HD; la negligencia de Gwenda bastó para ello. Pero Sartorio no lo niega por esa razón; acepta que cada uno de dos agentes puede ser responsable de un hecho disyuntivo que ninguno de los dos individualmente podría haber evitado que se obtuviera.
Por último, obsérvese que en Tiburones plantados olvidados, el hecho disyuntivo que se dice que causa la muerte del niño no es el motivo de la responsabilidad de John por la muerte. Si John es responsable de liberar a los tiburones o de no intentar rescatarlos, lo es en parte porque es responsable de liberar a los tiburones. Pero liberar a los tiburones no causa el hecho disyuntivo, y ese hecho es en sí mismo una especie de resultado de la conducta de John. Por tanto, tendríamos aquí una transmisión no causal de la responsabilidad de una acción a un resultado, aunque no al tipo de resultado al que se supone que se aplica la TR.
En resumen, el principio de transmisión propuesto se enfrenta a varios problemas. Se basa en una visión cuestionable de la causalidad. Incluso con esa visión de la causalidad, la evaluación del principio nos obliga a hacer algunos juicios bastante inciertos sobre la responsabilidad de los hechos disyuntivos. Y no capta la única forma en que la responsabilidad puede transferirse de una acción u omisión a un resultado. En conjunto, me parece que TR no nos proporciona un argumento convincente de que John no sea responsable en Sloth por no salvar al niño.
Queda la observación de que los tiburones y los perezosos se parecen en que John no es capaz de salvar al niño. Pero, ¿por qué pensar que todos los casos de incapacidad son iguales con respecto a la responsabilidad básica por no hacer una cosa determinada? Al fin y al cabo, los casos de Frankfurt parecen demostrar que no todos los casos de incapacidad de hacer otra cosa son iguales con respecto a la responsabilidad básica por la acción.
5. En defensa de la responsabilidad
En Pereza, si John es responsable de no salvar al niño, entonces es responsable de la muerte del niño. Dadas las circunstancias, el niño murió porque John no lo salvó. Por lo tanto, uno podría argumentar a favor de la responsabilidad de Juan por ese resultado a través de una afirmación sobre la responsabilidad de John por no salvar al niño, en lugar de, como sugiere Sartorio, proceder a la inversa.
Pero esta sugerencia parece dejarnos donde empezamos. Tenemos un desacuerdo sobre si John es responsable de no salvar al niño, y hasta ahora no hemos visto ningún argumento que respalde la afirmación de que lo es.
Un argumento a favor de esta afirmación podría señalar en primer lugar la forma en que Pereza imita los casos de acción estándar de Frankfurt y en que Tiburones no lo hace. En los casos estándar de Frankfurt, como Héroe, el agente toma una decisión por su cuenta y algo o alguien está dispuesto a obligarle a tomar esa misma decisión y a llevarla a cabo si no lo hace por su cuenta. Del mismo modo, en Pereza, John toma una decisión por su cuenta y alguien está dispuesto a obligarle a tomar esa misma decisión y a llevarla a cabo si no lo hace por su cuenta. En cambio, Tiburones carece de esta estructura. Este último caso no se parece mucho a los casos estándar de Frankfurt, sino más bien a los casos ordinarios de incapacidad para hacer una determinada cosa debido a algún obstáculo que se interpone entre el intento y el éxito.
La primera afirmación que podría hacerse, entonces, es que Héroe es un mejor candidato que Tiburón para guiar nuestro juicio en Pereza. Y puesto que, en Héroe, un agente es responsable de hacer algo a pesar de ser incapaz de hacerlo de otro modo, tenemos aquí apoyo para el veredicto de que en Pereza el agente es responsable de no hacer algo a pesar de ser incapaz de hacerlo. Debido a la diferencia entre Pereza y Tiburón, podría ser un error tomar este último como guía del primero.
Hay, por supuesto, casos de acción en los que un agente no es capaz de hacer otra cosa y no es directamente responsable de lo que hace. Pero los casos de Frankfurt nos dan razones de peso para pensar que no todos los casos de acción en los que el agente no puede hacer otra cosa son así. Y, por supuesto, hay casos de inacción en los que el agente no puede hacer la cosa en cuestión y no es directamente responsable de no hacerla. Pero a pesar de su similitud con un caso de este tipo, la similitud de un caso de inacción de Frankfurt con los casos de acción de Frankfurt nos da una razón de peso para pensar que no todos los casos de inacción en los que el agente no puede hacer la cosa en cuestión son así.
¿Qué más se puede decir sobre por qué Tiburones y Pereza difieren en cuanto a la responsabilidad de John por no salvar al niño? En Pereza, John no salva al niño intencionadamente. No está claro que esto sea así en Tiburones.
Imagina a alguien, Sue, que está convencida de que puede hacer llover bailando la danza de la lluvia. Durante una sequía, Sue se plantea hacer llover, pero decide no hacerlo. No llueve. ¿Sue no hace llover intencionadamente?
No nos atreveríamos a decir que sí. No baila la danza de la lluvia ni intenta hacer llover intencionadamente. Pero es capaz de hacer estas cosas. El hecho de que Sue no hubiera sido capaz de hacer llover, hubiera decidido lo que hubiera decidido y por mucho que lo hubiera intentado, parece implicar que no hace llover intencionadamente.
En Tiburones, que John tenga una u otra intención es irrelevante para salvar al niño. Fuera cual fuera su intención, y por mucho que lo hubiera intentado, no habría podido llevar a cabo el rescate. Dado este hecho, podríamos juzgar que John no salva al niño intencionadamente. En cambio, en Pereza, si John hubiera tenido la intención de rescatar al niño, nada se lo habría impedido.
Obsérvese que lo sugerido aquí es coherente con el juicio de que, en los casos de acción de Frankfurt, los agentes hacen intencionadamente lo que hacen. El hecho de que tengan intención de hacer algo es relevante para que lo hagan: sus intenciones hacen que actúen según lo previsto.
Por lo tanto, la otra razón por la que en Pereza John es responsable de no salvar al niño es que decide por su cuenta no hacerlo e intencionadamente no lo hace. Y lo que podría decirse para explicar el juicio diferente en Tiburones es que la segunda de estas afirmaciones no es cierta en ese caso.
Si John puede ser responsable en Pereza por no salvar al niño, su responsabilidad por esa omisión podría ser básica. Si es así, entonces no existe la supuesta asimetría entre acciones y omisiones: uno puede ser directamente responsable de realizar una acción, a pesar de ser incapaz de hacer otra cosa, y uno puede ser directamente responsable de no hacer una cosa determinada, a pesar de ser incapaz de hacerla.
Hay varios puntos en los que se podría cuestionar esta línea de argumentación. Podría admitirse que la pereza es estructuralmente paralela a los casos de acción de Frankfurt, pero podría insistirse en que tiene más peso la presunción a favor de la opinión de que la responsabilidad básica por no hacer una determinada cosa exige que uno sea capaz de hacerla. Podría rebatirse el argumento de que en Tiburones John no salva intencionadamente al niño. O podría observarse que uno puede ser responsable de no hacer algo aunque no lo haga intencionadamente; por lo tanto, podría decirse que aunque en Tiburones John no salve intencionadamente al niño, este hecho no explica por sí mismo por qué no es responsable de no salvarlo. (A este último punto, podría replicarse que lo que explica por qué John no salva intencionadamente al niño también explica por qué no es responsable de no haberlo hecho: no importa lo que John hubiera pretendido, y no importa lo mucho que lo hubiera intentado, no habría podido salvar al niño).
Sería interesante ver si alguna de estas líneas de objeción puede desarrollarse de forma convincente. Mientras tanto, creo que se puede argumentar a favor de la existencia de casos de inacción de Frankfurt que han tenido éxito. Pero confieso que la cuestión me parece incierta.
6. Preguntas sugeridas
¿La inacción es moralmente mala?
¿La inacción es moralmente buena?
¿Por qué deberíamos o no actuar frente ciertas situaciones?
¿Estamos obligados a actuar siempre?
¿Cómo determinar si estamos o no obligados a actuar?
¿Cuáles son los límites de la inacción? ¿Existen?
Gracias por leer. Que disfrutes La Kantina.